METACOGNICIÓN: ESTRATEGIA IMPOSIBLE DE OLVIDAR
EN UN PROCESO
DE APRENDIZAJE
Aura josefina Ríos Ríos
Docente fundación Universitaria
Monserrate
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Los modelos mentales son supuestos hondamente
arraigados e
imágenes que influyen sobre nuestro
modo de comprender
el mundo y actuar. La disciplina
de trabajar con
modelos mentales empieza por volver
el espejo hacia
adentro: aprender a exhumar nuestras
imágenes del mundo,
llevarlas a la superficie y
someterlas a un
riguroso escrutinio.
Peter Senge
Las instituciones educativas
plantean con frecuencia procesos de innovación que tienden a expresarse en
cambios a las secuencias de los contenidos, en los textos de referencia, en las
metodologías de enseñanza o en las nuevas tecnologías que se introducen. En
muchas ocasiones, tales cambios no tienen en cuenta explícitamente los procesos
individuales y particulares de los estudiantes, de esta forma, en el marco de la globalizada sociedad de la información,
las corrientes pedagógicas actuales de tipo socioconstructivista y las nuevas
posibilidades simbólicas, comunicativas, didácticas y organizativas, no solo propician
transformaciones en los tradicionales papeles docentes sino que también los
estudiantes universitarios se deben enfrentar al uso de nuevas técnicas y
pautas de actuación. Así, Marqués (1999) plantea compromisos actuales por parte
de estos como:
-
Aprovechar
nuevas fuentes de información y recursos. Desarrollando estrategias de
exploración, búsqueda sistemática, almacenamiento, estructuración y tratamiento
(análisis, síntesis...), valoración y aplicación de la información.
-
Observar
con curiosidad el entorno real atentamente para armonizar lo conceptual y lo
práctico.
-
Estudiar
con un método, siguiendo un plan que contemple objetivos, tareas a realizar y
temporalización de las mismas.
-
Buscar
causas y efectos, y saber relacionarlas. Elaborar y verificar hipótesis y
aplicar estrategias de ensayo-error en la resolución de problemas y en la
construcción de los propios aprendizajes.
-
Estar
motivado y perseverar. Trabajar con intensidad y de manera continuada. Tener
autoestima. Afán de superación y perseverancia ante las frustraciones.
-
Actuar
con autonomía e iniciativa para tomar decisiones. Aceptar la incertidumbre y la
ambigüedad.
-
Trabajar
de manera individual y colaborativa. Negociar significados. Dialogar y. Saber
escuchar.
Ahora bien, en la practica
y en las teorías educativas actuales se
ha dado un fuerte impulso al desarrollo de las competencias formadoras por
parte de los estudiantes, sin embargo, también es importante que el docente
reflexione sobre su papel como promotor
del desarrollo de estas características deseables en el estudiante.
Competencias en términos de capacidades complejas, que poseen distintos grados
de integración y se ponen de manifiesto en una gran variedad de situaciones
correspondientes a los diversos ámbitos
de la vida humana personal y social.
Las competencias integran
distintas capacidades en estructuras complejas. Estas pueden ser sistematizadas
en orientaciones como: intelectuales, practicas y sociales, en donde, para la
intelectual, el trabajo que se realiza no es una novedad pues desde siempre se ha buscado que el alumno
se haga más competente en sus actuaciones cognitivas . Por ello, la adquisición
de algoritmos, técnicas, hábitos y destrezas, métodos, etc., para mejor
aproximarse a unos conocimientos específicos, ha estado siempre contemplada
como objetivo valioso de la enseñanza, Sin embargo, existe un elemento, que a
mi modo de ver, aun no se encuentra en el escaño mas alto del entramado de los
procedimientos y herramientas para el aprendizaje: “los procesos asociados a
la metacognición”.
Nisbet y Shucksmith (1995) definen a esta ultima así:
“Metacognición es el termino con el que se designa la capacidad de conocer el
propio conocimiento, de pensar y reflexionar sobre como reaccionaremos o hemos
reaccionado ante un problema o una tarea”. Es este un concepto de notable
importancia para la psicología constructivista: mediante la puesta en marcha de
procesos de esta naturaleza, el estudiante accede al verdadero conocimiento
significativo. Lo que se quiere decir es que, en realidad, para que se pueda
hablar de una autentica aplicación de una estrategia de aprendizaje no basta
con que tenga lugar una simple ejecución mecánica de determinadas habilidades,
sino que se precisa una cierta planificación de esas habilidades en una
secuencia orientada a un fin, lo cual solo es posible si existe un cierto grado
de metaconocimiento, que hace que aquellas se usen de modo estratégico.
De hecho, la metacognición,
aunque puede ser desarrollada hasta niveles de elevada complejidad, como forma
de conciencia se puede decir que acompaña a todo aprendizaje.
En este orden de ideas, este
nivel de conciencia no puede ser reservado como patrimonio exclusivo de los
procedimientos, J. Flavell (1976), uno de los padres de la psicología
cognitiva, añade aquí otra dimensión esencial cuando dice: “ Metacognición
significa el conocimiento de uno mismo concerniente a los propios procesos y
productos cognitivos y a todo lo relacionado con ellos”.
Expresado de otro
modo, esto equivale a afirmar que el nivel último de la conciencia viene
definido por la reflexión sobre el conjunto del conocimiento adquirido, un
entramado en el que se combinan conocimientos declarativos (conceptos) y la
reflexión sobre el despliegue de procesos mentales de procesos mentales y
motrices que han permitido alcanzarlos e instrumentalizarlos (procedimientos);
es decir, sobre la potencialidad global de la mente como instrumento de
aprensión de la realidad e intervención sobre la misma. Así pues, en ese ámbito
de las operaciones intelectivas, lo conceptual y lo procedimental se hilvanan
entre sí a modo de “espirales” sucesivos que se encaminan, en un proceso siempre
abierto, inacabado y en continuo progreso, hacia la construcción de la mente y
de la conciencia.
Así pues, propiciar
el fortalecimiento de habilidades metacognitivas sería el procedimiento
personal más adecuado para adquirir un conocimiento. Ello supone impulsar el autoconocimiento, como una forma de
acercamiento a los hechos, principios y conceptos. Por tanto aprender debe
implicar para el maestro y para el estudiante:
*
El aprendizaje y uso adecuado de estrategias cognitivas.
*
El aprendizaje y uso adecuado de estrategias metacognitivas.
*
El aprendizaje y uso adecuado de modelos conceptuales (andamios del aprendizaje
y del pensamiento).
Desde
esta perspectiva se supone dotar al individuo de "herramientas para
aprender" y de este modo desarrollar su potencial de aprendizaje (las
posibilidades del aprendizaje que posee).
El conocimiento más importante es el conocimiento de uno
mismo, o "metacognición": esto implica el conocimiento sobre el
propio funcionamiento psicológico, en este caso, sobre el aprendizaje. Es
decir, ser conscientes de lo que se está haciendo, de tal manera, que el sujeto
pueda controlar eficazmente sus propios procesos mentales. Por tanto al
alumnado no sólo habrá que enseñarle unas técnicas eficaces para el estudio,
sino que también deberá tener un cierto conocimiento sobre sus propios procesos
de aprendizaje. La vía fundamental para la adquisición de ese metaconocimiento
será la reflexión sobre la propia práctica en el contexto. Aparicio
(1991) lo ratifica cuando dice: «Aprender a aprender genera independencia y
responsabilidad, promueve la autonomía y de paso amplía indefinidamente los
horizontes del ser humano en su deseo de acceder al conocimiento y de
producirlo»
Ello implica que
aprender a aprender y comprender lleva a un desarrollo, refinamiento -
cualificación - de los esquemas cognoscitivos así como a una necesaria
transformación de un estilo pasivo y dependiente del conocer por otro en el que
el pensar, el percibir, el memorizar y el comprender construyen un formante activo,
automotivado y sobre todo independiente, reflexivo y realmente agente
constructor de su propio conocimiento, resultado de una interacción
transaccional con el ambiente,así como, con unas realidades empíricas y
conceptuales de las que parte en su propia construcción intencional y
deliberada como estudiante eficiente.
La invitación es, que, lo
que finalmente se pretende es educar al alumno adulto para lograr su autonomía,
independencia, y juicio crítico, y todo
ello mediatizado por un gran sentido de la reflexión. El profesor/a debe
desarrollar en su alumnado la capacidad de reflexionar críticamente sobre sus
propios hechos, y por tanto, sobre su propio aprendizaje, de tal manera que la
persona logre mejorar su práctica en el aprendizaje diario, convirtiendo esta
tarea en una aventura personal en la que a la par que descubre el mundo del
entorno, profundiza en la exploración y conocimiento de su propia personalidad,
esto por supuesto, a través, de procesos metacognitivos.
ALGUNAS
POSIBILIDADES:
·
Las
actividades metacognitivas deberán ser planificadas y explicitadas.
Actividades como deconstruir saberes previos (¿cómo se originó ese saber?),
tomar decisiones en grupo (argumento-contraargumento), definir el conflicto
cognitivo, construir hipótesis y contrastarlas, contribuyen de modo
privilegiado al desarrollo de las competencias a alcanzar.
·
Solicitud de ayuda,
clarificaciones, repeticiones, ejemplos, correcciones, etc., a fin de
posibilitar la interacción y cumplir las metas de aprendizaje.
·
Establecimiento de rutinas operativas
(académicas y sociales) generales: búsqueda, selección y difusión de la
información, contraste de la misma, solicitud de orientación y utilización de
fuentes de recursos, etc., estructuración de las tareas de aprendizaje Y, en
general, uso de técnicas ("torbellino de ideas', toma de notas) y creación
de hábitos de trabajo individual y colectivo eficaces (programación del tiempo,
determinación de prioridades, administración de los recursos,
asignación/distribucion de funciones, superación de conflictos sociales,
compartir lealmente, etc.).
·
Adopción, de manera individual o colectiva,
de iniciativas tendentes a la mejora de la eficacia en el aprendizaje.
·
Determinación de las demandas cognitivas y
operativas de una tarea. Ante ellas, reconocimiento de las capacidades propias
y disposición para superar las propias limitaciones.
·
Selección de la/s estrategia/s adecuada/s
(por ejemplo, imitar, proceder por ensayo y error) y determinación de los
medios (por ejemplo, utilizar diversas fuentes de recursos diccionarios,
gramáticas, etc. de información y de investigación) para abordar un problema o
la resolución de una tarea concreta.
·
Razonamiento inductivo. Generación y
evaluación de ideas, hipótesis y predicciones. Razonamiento deductivo y analógico.
Uso de procedimientos científicos comunes: indagación, observación, recogida de
datos, clasificación, organización, y jerarquización de los mismos; inferencia;
síntesis; extrapolación.
·
Identificación de alternativas y adopción de
decisiones/soluciones racionales.
·
Transferencia de las estrategias y los
principios operativos aprendidos de una situación a otra.
·
Codificación, almacenamiento,
recuerdo/recuperación y representación de la información según distintos
códigos (verbales y no verbales).
·
Utilización del lenguaje y de otros códigos
de representación para el análisis de la realidad, la plasmación de conceptos y
el desarrollo del pensamiento y la expresión creativa.
·
Desarrollo de procesos de metacognición, como
los implicados en la evaluación del recorrido seguido y las estrategias
empleadas en la resolución de una tarea. Autoevaluación.
BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
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SMITH, Frank. (1994).
Understanding y Reading. New Jersey. Lawrence Erlbaum Associates.
Plublishers.
Alumno : wilson Danilo Castiblanco Vela
ResponderEliminarCarrera : Gestion logistica integral jornada diurna
http://danilovela.blogspot.com/
La metacognicion es el proceso investigativo que ha aportado más sobre el aprendizaje, el conocimiento que todas las personas poseen sobre el funcionamiento cognitivo de sí mismos, la metacognicion es el grado de conciencia del pensamiento y así mismo del aprendizaje que cada persona tiene propiamente cuando realizan alguna tarea, es decir cuando se conoce las dificultades de aprender cualquier tema en general. Su aplicación es de suma importancia en la niñez ya que desde esta etapa se puede educar a los menores a desarrollar la metacognicion que es aprender a aprender, así mismo contando con educadores metacognitivos. De la misma manera se podría decir que es una forma de aprendizaje que tiene como fin desarrollar autónomamente a las personas que se encuentran estudiando algún tema en concreto o en general.
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